sábado, 1 de octubre de 2011

Blancanieves y la técnica preferida de los acosadores: arrancar el corazón




El ...
arquetipo de toda envidia se encuentra en la etimología de la misma palabra . ENVIDIA, de “ in vidia”, del latín “In Videre”: no ver.

El hecho de que alrededor de las madrastras de nuestro mundo laboral existan siempre algunas blancanieves de turno, es una mala noticia para las primeras pues desencadena profundos sentimientos de envidia.

Para eliminar los sentimientos de malestar, será necesario eliminar a la persona que presenta las características favorecedoras, muy especialmente si coinciden con las que son una carencia flagrante y evidente en la madrastra. Ello se hará mediante la tecnología limpia y que no parece lo que en realidad es del mobbing. No debe parecer que quien acosa lo hace motivado por los celos, la rivalidad o la envidia. Todo deberá hacerse con apariencia de algo moral y éticamente aceptable. Se requerirá una técnica específica que se mantenga oculta a los ojos incluso de quienes participan en ella activamente y en plena buena fe, pensando que hacen algo racional o correcto desde el punto de vista de la ética.

El cuento establece una diferenciación muy clara entre el rol del instigador (madrastra) y el rol de quien frecuentemente ejecuta las acciones de castigo ordenadas o sugeridas por este, es decir el que finalmente acosa o maltrata (el cazador= el que caza a la víctima).

Este a veces no es más que un mandado que ni siquiera advierte el proceso de manipulación y de contagio en el que ha caído y se encuentra inmerso.

La técnica básica de todo proceso de acoso que consiste en maltratar, hostigar, castigar, criticar, acusar viene muy bien reflejada en el resumen que hace el propio cuento: su objetivo es “Arrancarle el corazón a la víctima y ponerlo en un cofre” , es decir arrancarle su capacidad afectiva y emocional destruyéndola. Su capacidad de amar, disfrutar, pasarlo bien, es decir de su capacidad de felicidad. Eso es lo que principalmente molesta a los acosadores de sus víctimas. La exhibición ostentosa de una vida emocional sana, alegre y feliz de las víctimas recuerdan a los acosadores la propia y miserable vida emocional que arrastran.

La felicidad del otro es lo primero que busca arrancarle a su víctima quien acosa. Arrancarle el corazón a alguien es una inmejorable metáfora de lo que el proceso de acoso ocasiona en las víctimas. Llámese anhedonia, disminución de la autoestima, generación de inseguridad personal, embatamiento afectivo, disminución de la vida sexual y de pareja... Todos ellos son los efectos desgraciados del acoso psicologico en forma de destrucción psicológica y emocional. 

 Publicado por Profesor Iñaki Piñuel el 14.9.08

No hay comentarios:

Publicar un comentario