viernes, 25 de noviembre de 2011

16 pasos para poner fin a la violencia contra las mujeres.

La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, ha anunciado las medidas necesarias para intentar erradicar la violencia machista. Las dieciséis recomendaciones vienen acompañadas de modelos prácticos a tener en cuenta a la hora de poner en marcha estas normas.

1. Ratificar los tratados internacionales y regionales que protegen los derechos de las mujeres y las niñas. Se pide que se sigan los pasos de Austria, y se cumpla el Protocolo CEDAW, un Tratado internacional vigente desde el año 2.000 que establece los mecanismos de denuncia e investigación para eliminar las formas de discriminación contra las féminas.

2. Adoptar y cumplir las leyes para poner fin a la impunidad de aquellos que ejercen violencia contra mujeres y niñas. Sólo en Brasil, con la puesta en marcha de la Ley María da Penha sobre violencia doméstica y familiar, se han celebrado 331.000 juicios contra los maltratadores.

3. Crear planes nacionales y locales de acción para luchar contra la violación de los derechos humanos de las mujeres, implicando a gobiernos, organizaciones civiles y medios de comunicación. La ONU destaca la labor del Gabinete Palestino que aprobó una ley contra la violencia de género en los Territorios Ocupados, la primera estrategia de carácter global establecida en un país árabe.

4. Justicia accesible y gratuita para mujeres y niñas. Aumento de la cantidad de policías femeninas que traten a las víctimas. La Oficina de Género de la Policía Nacional de Rwanda forma al personal de la policía para hacer frente a la violencia sexual y de género.

5. Poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual en los conflictos. En Liberia, durante el conflicto armado que afectó al país entre 1989 y 1997, y 1999 y 2003, muchas mujeres fueron objeto de violencia sexual. Varias de ellas dieron ejemplo hablando abiertamente de sus experiencias y pidiendo programas de rehabilitación.

6. Garantizar el acceso universal a los servicios esenciales, como líneas de emergencia gratuitas que favorezcan la intervención inmediata. La historia de Sosan es un terrible ejemplo de lo que se vive en Agnistán. A Sosan a los 35 años tiene 6 hijos. Su marido intentó matarla varias veces acusándola falsamente de adulterio. La han torturado, electrocutado y le han inyectado veneno. Logró sobrevivir y escapar. Se salvó gracias a los programas Voz de las Mujeres que la acogieron en uno de sus centros, financiados por UNIFEM (Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer).

7. Brindar formación a los trabajadores de este campo como policías, abogados, médicos, y trabajadores sociales. Los servicios a las mujeres tienen que prestarse de forma confidencial y mostrando sensibilidad al problema. La policía y los jueces están siendo sensibilizados sobre la violencia de género en el Cono Sur.

8. Otorgar recursos públicos para que las leyes que luchan contra la violencia de género se ejecuten. Un presupuesto sensible a los asuntos de género lleva al Centro para las Mujeres de Uruguay a ofrecer talleres sobre cómo salir del maltrato, clases de idioma, de capacitación y asistencia jurídica.

9. Recopilar y difundir las causas que desatan la violencia contra las mujeres y analizar el perfil de las víctimas y de los culpables. Un estudio sobre la violencia de género en Marruecos muestra que aproximadamente el 60% de las mujeres marroquíes han sido víctimas de alguna forma de violencia recientemente. En los núcleos rurales la probabilidad de sufrirla se triplica.

10.Invertir en la igualdad entre los géneros. Para ello hay que fomentar la educación secundaria de las niñas, cuidar la salud femenina, sobre todo en lo concerniente a la reproducción y a las enfermedades de transmisión sexual. A la par se debe aumentar la participación de las féminas en el liderazgo político y económico. Hasta un 75% de las mujeres y niñas del mundo son víctimas de violencia física o sexual en el transcurso de sus vidas. Mientras esto no se solvente, nunca se cumplirán los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio y que garantizarían un futuro mejor para todos.

11. Mejorar la autonomía económica de las mujeres, el derecho a poseer tierras y a un empleo digno. En Palestina, un país devastado por la guerra, las mujeres se convierten en los sustentos de sus familias, dando esperanza miles de ciudadanos que viven en los Territorios Ocupados.

12. Aumentar la conciencia pública y la movilización social. La plataforma Di No ('Say no to violence') nace para poner fin a la violencia machista a través de la información y la concienciación social.

13. Involucrar a los medios de comunicación en esta lucha. El Concurso "El marido más comprensivo", emitido por la radio de Nepal, es una iniciativa única que ofrece modelos masculinos positivos a la población.

14. Trabajar con y para los jóvenes para poner fin a este tipo de violencia. Garantizar un sistema educativo que enseñe a los niños a establecer relaciones basadas en el respeto mutuo. Gracias a un subsidio del Fondo Fiduciario de la ONU, los jóvenes de Camboya disponen de programas que les enseñan a vivir sin violencia.

15. Movilizar a los hombres y a los niños de todas las edades para que se manifiesten contra la violencia ejercida contra sus hijas, esposas, madres o hermanas. Los activistas de Hombres en pro de la igualdad de género ahora (MEGEN) viajan por Kenya para hablar con otros hombres sobre la importancia de erradicar la violencia contra sus compañeras.

16. Realizar donaciones al Fondo Fiduciario de la ONU, encargado de financiar proyectos locales, para poner fin a la violencia contra las mujeres. Desde la ONU piden aportaciones individuales para aumentar el capital de este Fondo y contribuir a construir un mundo más seguro para todas las niñas y mujeres.

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