El siguiente artículo que transcribo literalmente de Milena LLop nos da las claves para cómo desarrolar nuestra mente, en especial esa mente mágica que todas las personas tenemos en nuestro haber y que no somos consciente de ella.
"Origen y principios de la alquimia
La alquimia es una práctica de más de 2500 años de antigüedad que se entiende principalmente como disciplina filosófica relacionada con el hermetismo, la mística y la espiritualidad. La alquimia describe la facultad de transformar una sustancia o materia en otra distinta. No obstante es la predecesora de la ciencia química actual al relacionarse con los procesos químicos, pero el significado que perdura hoy día es el del sentido más metafísico, el que abarca el desarrollo del crecimiento interior.
Desde el Antiguo Egipto, China, la India, la Antigua Grecia o el imperio Romano, la Alquimia se considera una ciencia espiritual y se basa en el poder que tiene el pensamiento para influenciar o incidir sobre el medio en que se actúa, en la realidad cotidiana. La alquimia permite desarrollar una mente mágica con la fuerza del espíritu, seleccionando y entrenando los pensamientos para que éstos moldeen a voluntad las circunstancias. Todo pensamiento es una energía viva e inteligente y por lo tanto incide en las circunstancias. Cuantos más pensamientos positivos manifestamos, más optimismo destilamos, logrando mejorar desde nuestra salud, a nuestras emociones y relaciones personales.
En la antigüedad, la alquimia era una práctica común. El propósito del alquimista era conseguir la transmutación de metales vulgares, en oro y plata, como también la elaboración de un remedio milagroso que curase todas las enfermedades y prolongase la vida. A partir de la Edad Media la alquimia fue considerándose una ciencia más hermética, y los alquimistas unos sabios o unos embaucadores. La división de los alquimistas entre los que buscaban la piedra filosofal, esa sustancia mítica que les permitiría descubrir los secretos de la naturaleza, y los que buscaban la transmutación de los metales, esperando enriquecerse, acabaría por relegar la alquimia a una burda expresión o a un misterio.
Uno de los más famosos alquimistas de la Edad Media fue el emblemático Nicolás Flamel. Estudió y escribió numerosos tratados alquímicos. Se dice que encontró la fórmula para hallar la Piedra Filosofal. Santo Tomás de Aquino fue otro de los grandes estudiosos de la alquimia en su vertiente más simbólica, así como Paracelso, médico y filósofo del Renacimiento. Hasta el siglo XVIII fue considerada una ciencia respetada. Isaac Newton o Roger Bacon estudiaron los principios alquímicos desde la óptica tanto de la física como de la mística y Carl Jung repasó los principios alquímicos y su simbolismo para aplicarlo a sus teorías psicoanalíticas.
La alquimia moderna
En la actualidad, la alquimia del poder del pensamiento está siendo demostrada por la medicina neurocientífica gracias a las últimas investigaciones del equipo de Giacomo Rizzolatti de la Universidad de Parma. Sus trabajos han sido publicados en la revista Science, y verificados por un grupo de neurocientíficos de la UCLA de neuropsiquiatria. Este científico demuestra que el sistema que rige la empatía está localizado en el cerebro. Rizzolatti le da el nombre de neuronas espejo a ese complicado entramado de células cerebrales que permiten captar la intención de otras personas, imitarlos, predecir a su comportamiento e incidir en el entorno. Esta es sin duda la alquimia del siglo XXI la que está abriendo un abanico de posibilidades insospechadas relacionadas con el poder que tienen los pensamientos cuando enfocamos o visualizamos lo que deseamos. Una de las aplicaciones más útiles que ocupa los científicos es la que concierne la medicina. Se está comprobando científicamente que el sistema inmunológico responde al poder del pensamiento y que la curación de una enfermedad depende mucho de la actitud del enfermo frente al problema.
Según estas investigaciones, estas neuronas activan la capacidad de asimilación sensorial, de percepción subliminal del entorno y de las tendencias ajenas. A mayor empatía, es decir, -a mayor cantidad de neuronas espejo-, mayor capacidad de respuesta frente a las situaciones y experiencias de la vida. Con este descubrimiento, -aún en fase embrionaria-, podría abrirse un nuevo camino hacia la curación, desde dentro, de cualquier enfermedad. También podrían anticiparse los acontecimientos, desarrollar una mayor intuición, una mente superior que domine los elementos, o predecir el futuro. Todas estas posibilidades dejarán de ser ficción para acabar alineándose con el empirismo más recalcitrante. Según los científicos, el descubrimiento de las neuronas espejo hará por la psicología lo que el ADN por la biología.
Esto demuestra el poder real del pensamiento. Dirigir la intención y actuar en nuestra realidad para cambiar lo que no nos conviene es más que una cuestión de creencias o de fe, forma parte de nuestro córtex cerebral. Tal vez por eso la mística de la alquimia decía que el secreto se hallaba en el interior, esto es ahora, ¡en el cerebro!
La alquimia interior o el poder del pensamiento inteligente
El universo, todo lo que nos rodea es una energía coherente y está interconectado.El pasado, presente y futuro forman parte de una misma realidad. De hecho, se ha demostrado que para el cerebro no hay distinción temporal. Cuando pensamos en sucesos del pasado o nos proyectamos hacia el futuro, nuestro cerebro lo computa como si estuviese pasando en el mismo instante. Por lo tanto, enfocar nuestra atención en conseguir un objetivo y volver a él una y otra vez, centra la energía y contribuye a que aquello que queremos se materialice. Nuestra voluntad enfocada hacia una realidad puede conseguir que se den las circunstancias propicias para se realice. ¿Es atrevido pensar que también podríamos sanar el pasado, o lo que es lo mismo, limpiar, eliminar los sentimientos negativos vividos e incrustados, bombardeando nuestra memoria con pensamientos positivos? Tiempo el tiempo, el poder está en la mente, porque desarrollar una mente mágica es transmutar de nuestro estado de conciencia para cambiar nuestra realidad. Si entrenamos y conducimos nuestros pensamientos seremos capaces de dirigirlos y mover no sólo objetos, sino también circunstancias.
Ciencia y conciencia
Son varios los planos de manifestación en los que se desenvuelve el ser humano, principalmente el físico, emotivo y mental. Interactuamos a distintos niveles y cada uno de los planos requiere una atención particular para conseguir que la alquimia se realice. A nuestro alrededor existen energías sutiles que provienen de diversas fuentes, estamos todos interconectados, pero si los canales internos no están receptivos, de poco nos servirá la ayuda que podamos recibir del mundo de lo etéreo.
Desde tiempos remotos el ritual es una parte importante de la tradición, tanto en el medio social como religioso. Desde siempre se han hecho rituales para conseguir alguna cosa, amor, salud, dinero, suerte, trabajo, etc.… Pero lo cierto es que el poder no se centra sólo en la palabra, el mantra, o el decreto, sino que radica en la fuerza de ese pensamiento enfocado. La voluntad es uno de nuestros mayores centros de poder y cuando se pone en marcha nada nos detiene. No puede tardar el día en que ciencia y conciencia vuelvan a fusionarse para que el empirismo más recalcitrante acepte postulados que hasta ahora rechaza. Lo mágico y esotérico se unirá a lo exotérico y empírico para proporcionarle al ser humano toda la información y las herramientas necesarias en aras de aprovechar al máximo su potencial interior.
El ritual como proyección mental
Un ritual es la representación o la escenificación de unos elementos simbólicos que se utilizan con el propósito de enfocar toda la atención hacia un objetivo concreto. La energía que se pone en movimiento en un ritual es muy fuerte. Por regla general suelen utilizarse imágenes, velas, sonidos, mantras u oraciones, todo con el fin de enfocar la atención. Antes de realizar un ritual es necesario relajar la tensión de la psique para que los pensamientos no se aglutinen. Quien abre su canal de percepción y decreta y es constante obtiene un resultado.
Métodos ritualistas
La autosugestión.Es repetir mentalmente una fórmula como: “La vida me reserva siempre la mejor opción”. “Mi paz interior es mi paraíso”. “Gracias, tengo todo lo necesario para ser plenamente feliz”. “Todo es perfecto en mis circunstancias.Estas fórmulas repetidas muchas veces terminan siendo registradas por nuestro disco duro, aceptadas por la mente, favoreciendo las circunstancias óptimas para obtener lo que creemos.
La meditación. Consiste en aquietar los pensamientos desordenados y llevar la atención a un estado de contemplación dirigida hacia la paz y el bienestar interior, reequilibra el organismo. La mejor manera de meditar es empezar por relajarse haciendo inspiraciones y expiraciones profundas en un ambiente tranquilo, con o sin música. Una barrita de incienso puede ayudar a crear el clima. La relajación del cuerpo y de la mente producirá efectos revitalizadores en nuestra psique y nos ayudará a conseguir la alquimia interior.
La visualizaciónes una técnica que consiste en usar la imaginación de forma positiva y creativa fijando imágenes mentales que nos sugieran calma, paz, sosiego. Pueden visualizarse colores, espacios, lugares de paz, un bosque, el mar, un cielo estrellado, etc. formas geométricas, o lo que deseamos conseguir, dándole así vida al objeto en nuestra mente. También pueden visualizarseimágenes positivas del pasado, del presente y del futuro, experiencias gratas, de sanación, todo lo que favorezca la armonía interior y promueva la alquimia del poder del pensamiento.
Los mantras u oraciones. Consisten en la repetición mental o verbal de una palabra o frase cantada; tienen el propósito de aislar la mente de todo pensamiento contaminado. Su efecto es absolutamente transmutador y sedante. Hay mantras para todo, para la salud, para obtener bienestar interior, para promover la reconciliación, para alcanzar cualquier propósito de vida. Vigilar la pureza del pensamiento es el secreto para alcanzar la alquimia interior.
La fuerza del pensamiento como herramienta de transformación
•El Pensamiento de amor llena el ambiente de armonía y de paz.
•El Pensamiento elevado limpia la mente y hace subir la energía vital.
•El Pensamiento enfocado a seres elevados, maestros o Ángeles genera voluntad y optimismo
•La Meditación sirve para acceder a la información que crea la paz interior.
•La Imaginación fecunda la mente con la semilla de la creatividad.
•La Visualización crea la satisfacción personal y la armonía, ayuda a alcanzar el objetivo.
•La Oración fomenta calma el desasosiego y moviliza la energía espiritual
Fórmulas sencillas para la alquimia interior
•Seleccionar voluntariamente los pensamientos para mantener limpios los canales de expresión y recepción.
•Mantener pensamientos compasivos y empáticos para estar conectado con todo lo que te rodea.
•Mantener la paz de tu espíritu para poder desarrollar tu intuición
•Enfocar tu atención en un objetivo sin perseguirlo obsesivamente
•Ser paciente con la obtención de los resultados
•Los pensamientos de amor y de paz son los más efectivos.
Milena LLop