viernes, 25 de noviembre de 2011

16 pasos para poner fin a la violencia contra las mujeres.

La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, ha anunciado las medidas necesarias para intentar erradicar la violencia machista. Las dieciséis recomendaciones vienen acompañadas de modelos prácticos a tener en cuenta a la hora de poner en marcha estas normas.

1. Ratificar los tratados internacionales y regionales que protegen los derechos de las mujeres y las niñas. Se pide que se sigan los pasos de Austria, y se cumpla el Protocolo CEDAW, un Tratado internacional vigente desde el año 2.000 que establece los mecanismos de denuncia e investigación para eliminar las formas de discriminación contra las féminas.

2. Adoptar y cumplir las leyes para poner fin a la impunidad de aquellos que ejercen violencia contra mujeres y niñas. Sólo en Brasil, con la puesta en marcha de la Ley María da Penha sobre violencia doméstica y familiar, se han celebrado 331.000 juicios contra los maltratadores.

3. Crear planes nacionales y locales de acción para luchar contra la violación de los derechos humanos de las mujeres, implicando a gobiernos, organizaciones civiles y medios de comunicación. La ONU destaca la labor del Gabinete Palestino que aprobó una ley contra la violencia de género en los Territorios Ocupados, la primera estrategia de carácter global establecida en un país árabe.

4. Justicia accesible y gratuita para mujeres y niñas. Aumento de la cantidad de policías femeninas que traten a las víctimas. La Oficina de Género de la Policía Nacional de Rwanda forma al personal de la policía para hacer frente a la violencia sexual y de género.

5. Poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual en los conflictos. En Liberia, durante el conflicto armado que afectó al país entre 1989 y 1997, y 1999 y 2003, muchas mujeres fueron objeto de violencia sexual. Varias de ellas dieron ejemplo hablando abiertamente de sus experiencias y pidiendo programas de rehabilitación.

6. Garantizar el acceso universal a los servicios esenciales, como líneas de emergencia gratuitas que favorezcan la intervención inmediata. La historia de Sosan es un terrible ejemplo de lo que se vive en Agnistán. A Sosan a los 35 años tiene 6 hijos. Su marido intentó matarla varias veces acusándola falsamente de adulterio. La han torturado, electrocutado y le han inyectado veneno. Logró sobrevivir y escapar. Se salvó gracias a los programas Voz de las Mujeres que la acogieron en uno de sus centros, financiados por UNIFEM (Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer).

7. Brindar formación a los trabajadores de este campo como policías, abogados, médicos, y trabajadores sociales. Los servicios a las mujeres tienen que prestarse de forma confidencial y mostrando sensibilidad al problema. La policía y los jueces están siendo sensibilizados sobre la violencia de género en el Cono Sur.

8. Otorgar recursos públicos para que las leyes que luchan contra la violencia de género se ejecuten. Un presupuesto sensible a los asuntos de género lleva al Centro para las Mujeres de Uruguay a ofrecer talleres sobre cómo salir del maltrato, clases de idioma, de capacitación y asistencia jurídica.

9. Recopilar y difundir las causas que desatan la violencia contra las mujeres y analizar el perfil de las víctimas y de los culpables. Un estudio sobre la violencia de género en Marruecos muestra que aproximadamente el 60% de las mujeres marroquíes han sido víctimas de alguna forma de violencia recientemente. En los núcleos rurales la probabilidad de sufrirla se triplica.

10.Invertir en la igualdad entre los géneros. Para ello hay que fomentar la educación secundaria de las niñas, cuidar la salud femenina, sobre todo en lo concerniente a la reproducción y a las enfermedades de transmisión sexual. A la par se debe aumentar la participación de las féminas en el liderazgo político y económico. Hasta un 75% de las mujeres y niñas del mundo son víctimas de violencia física o sexual en el transcurso de sus vidas. Mientras esto no se solvente, nunca se cumplirán los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio y que garantizarían un futuro mejor para todos.

11. Mejorar la autonomía económica de las mujeres, el derecho a poseer tierras y a un empleo digno. En Palestina, un país devastado por la guerra, las mujeres se convierten en los sustentos de sus familias, dando esperanza miles de ciudadanos que viven en los Territorios Ocupados.

12. Aumentar la conciencia pública y la movilización social. La plataforma Di No ('Say no to violence') nace para poner fin a la violencia machista a través de la información y la concienciación social.

13. Involucrar a los medios de comunicación en esta lucha. El Concurso "El marido más comprensivo", emitido por la radio de Nepal, es una iniciativa única que ofrece modelos masculinos positivos a la población.

14. Trabajar con y para los jóvenes para poner fin a este tipo de violencia. Garantizar un sistema educativo que enseñe a los niños a establecer relaciones basadas en el respeto mutuo. Gracias a un subsidio del Fondo Fiduciario de la ONU, los jóvenes de Camboya disponen de programas que les enseñan a vivir sin violencia.

15. Movilizar a los hombres y a los niños de todas las edades para que se manifiesten contra la violencia ejercida contra sus hijas, esposas, madres o hermanas. Los activistas de Hombres en pro de la igualdad de género ahora (MEGEN) viajan por Kenya para hablar con otros hombres sobre la importancia de erradicar la violencia contra sus compañeras.

16. Realizar donaciones al Fondo Fiduciario de la ONU, encargado de financiar proyectos locales, para poner fin a la violencia contra las mujeres. Desde la ONU piden aportaciones individuales para aumentar el capital de este Fondo y contribuir a construir un mundo más seguro para todas las niñas y mujeres.

lunes, 31 de octubre de 2011

Los cuatro acuerdos, del Dr. Miguel Ruíz

Los cuatro acuerdos.

Hace unos días una amiga me dejó un libro del que nunca había oido hablar y nada más el título me llamó la atención... desde ese mismo instante supuse que tendría un mensaje interesante, posiblemente tendría que hacer pactos conmigo misma.

Su lenguaje sencillo y ameno me trajo recuerdos de mi infancia, por las frases y consejos que mis abuelos nos dedicaban a cada rato para que fuésemos personas honestas y de "buen provecho".

Después de haberlo leído he querido buscar críticas e impresiones de este libro y he considerado que las que a continuación os dejo es la esencia misma de su contenido.

"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento". (Miguel Ruiz).
 La domesticación y el sueño del planeta.
¿Son las cosas como las vemos, como las sentimos, o básicamente interpretamos lo que nos han enseñado a interpretar?
Para la milenaria cultura tolteca (México) la "realidad" que asumimos socialmente no es más que un sueño colectivo, el sueño del planeta. Desde el momento mismo de nacer, interpretamos la realidad mediante acuerdos, y así, acordamos con el mundo adulto lo que es una mesa y lo que es un vestido, pero también lo que "está bien" y lo que "está mal", e incluso quiénes somos o cuál es nuestro lugar en el mundo (en la familia, en clase, en el trabajo). A este proceso el filósofo mexicano de origen tolteca Miguel Ruiz lo denomina domesticación.
"La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida ya no necesitamos que nadie nos domestique. No necesitamos que mamá o papá, la escuela o la iglesia nos domestiquen. Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos un animal autodomesticado".
En el transcurso de este aprendizaje incorporamos en nuestra propia personalidad al juez y a la víctima.
El juez representa esa tendencia en nuestra mente que nos recuerda continuamente el libro de la ley que gobierna nuestra vida -lo que está bien y lo que está mal-, nos premia y, más frecuentemente, nos castiga. La víctima es esa parte en cada persona que sufre las exigencias de su propio juez interior. Sufrimos, nos arrepentimos, nos culpabilizamos, nos custigamos por la misma causa una y otra vez, cada vez que el recuerdo nos pasa factura.
Y como consecuencia del propio sistema, el miedo se instaura en nuestra vida.
El miedo y las autoexigencias son los peores enemigos de nuestro pensamiento, y por ende, de nuestra vida. Durante el proceso de domesticación nos formamos una imagen mental de la perfección, lo cual no está mal como camino marcado a seguir. "El problema es que como no somos perfectos nos rechazamos a nosotros mismos. Y el grado de rechazo depende de lo efectivas que han sido las personas adultas para romper nuestra integridad", según M.R.
Si el libro de la ley que gobierna nuestra vida (nuestra moral, nuestra lógica, nuestro "sentido común") no cumple sus objetivos, que en su base fundamental consistiría en hacernos seres humanos felices y en armonía, es porque evidentemente éste no funciona. Y como no funciona hay que cambiarlo. Y ello lo hacemos revisando nuestros acuerdos (nuestra interpretación incuestionable, nuestro sistema de valores), desenmascarando los que no valen y sustituyéndolos por otros.
La filosofía tolteca nos propone cuatro acuerdos básicos:



1. Sé impecable con la palabra.
Las palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades y, sobre todo, emociones. Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se puede transformar lo que sea. El que la utilicemos como magia blanca o como magia negra depende de cada cual.
Con las palabras podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso, aniquilarle. Incluso con nuestra propia persona: las palabras que verbalizamos o las que pensamos nos están creando cada día. Las expresiones de queja nos convierten en víctimas; las crítica, en jueces prepotentes; un lenguaje machista nos mantienen en un mundo androcéntrico, donde el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones autovictimistas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo) nos derrotan de antemano.
Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos con cuidado, sabiendo que cada una de ellas está creando algo. La propuesta de Miguel Ruiz es, por tanto:
"Utiliza las palabras apropiadamente. Empléalas para compartir el amor. Usa la magia blanca empezando por ti. SÉ IMPECABLE CON LA PALABRA".

 2. No te tomes nada personalmente.
Cada cual vive su propia película en la cual es protagonista. Cada cual afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.
Las demás personas sólo somos figurantes en esa película que cada cual hace de su vida, o a lo sumo personajes secundarios. Si alguien me insulta por la calle (o yo lo percibo así) con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a algo que está pasando fuera (un mal día con su pareja o en el trabajo, una discusión con su hija), o más probablemente dentro (preocupaciones, ansiedad, frustración, impaciencia, una gastritis o un dolor de cabeza).
La impaciencia o las exigencias de tu pareja, de la vecina del rellano o de la cajera del supermercado, las críticas de tu hijo o en el trabajo, nada de eso es personal. Cada cual está reaccionando a su propia película.
Hay mucha magia negra fuera, lo mismo que la hay dentro de ti misma, o de mí. En cualquiera, en algún momento de su vida, en algún momento del día. Todo el mundo somos "depredadores emocionales" alguna que otra vez.
"Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno", asegura Miguel Ruiz.
Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad. "Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas propias. Dirás "te amo" sin miedo a que te rechacen o te ridiculicen". Siempre puedes seguir a tu corazón.
Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella. Ésa es otra película. NO TE TOMES LAS COSAS PERSONALMENTE.

3. No hagas suposiciones.
Tendemos a hacer suposiciones y a sacar conclusiones sobre todo. El problema es que al hacerlo creemos que lo que suponemos es cierto y montamos una realidad sobre ello. Y no siempre es positiva o está guiada por la confianza o el amor, sino más frecuentemente por el miedo y nuestra propia inseguridad.
Deduzco que alguien se ha enfadado conmigo porque no respondió a mi saludo al cruzarnos y mi mente organiza toda una realidad sobre eso. Y se rompen puentes entre la otra persona y yo, difíciles de salvar. Lo mismo con nuestra pareja, con la vecina, con la escuela. Creamos realidades en base a comentarios o elementos sueltos (cuando no en base a chismes malintencionados).
"La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular", insiste Miguel Ruiz. En última instancia y si te dejas guiar por la buena voluntad, siempre te queda la confianza... y la aceptación.
Nunca nada que pasa fuera es personal. Pero en cualquier caso, NO SAQUES CONCLUSIONES PRECIPITADAMENTE.
4. Haz siempre lo mejor que puedas.
 El cuarto y último acuerdo permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados: haz siempre lo máximo y lo mejor que puedas. Siendo así, pase lo que pase aceptaremos las consecuencias de buen grado. Hacerlo lo mejor posible no significa que tú y yo tengamos que hacerlo de la misma manera, ni siquiera que mi respuesta en estos momentos sea la misma que en otro que me siento cansada, o no he dormido bien, o me siento llena de amor y confianza y tremendamente generosa. Se podría decir que en cada momento de nuestra vida somos diferentes, en unas circunstancias y con unas limitaciones concretas. A veces podemos responder a lo que interpretamos como una "provocación" con una sonrisa irónica o divertida, con sentido del humor, o con una carcajada retadora, o incluso a gritos. Pero siempre podemos intentar ser impecables con la palabra, no tomárnoslo personalmente y no sacar conclusiones precipitadas... dentro de nuestras limitaciones físicas, anímicas y en general, de cada momento. Si lo intentamos, de la mejor manera que podemos, ya es suficiente.
"Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio."
Con la práctica será cada vez más fácil hasta que, sorpresa, la identificación es prácticamente completa y los cuatro acuerdos forman parte de nuestra manera de ser. Simplemente somos así.
Sin duda nuestra vida será más sencilla y satisfactoria, para nosotras mismas y para las demás personas que nos rodean.
 (Sobre el libro de Miguel Ruiz, "Los cuatro acuerdos", Editorial Urano).

sábado, 29 de octubre de 2011

Es estrés prostraumático entre las víctimas: la manzana atravesada en la garganta

El estrés postraumático entre las víctimas: la manzana atravesada en la garganta.                              

El proceso psíquico correlativo del acoso ejecutado bajo apariencia de un bien para la víctima provoca en esta la aparición de un cuadro de Estrés Postraumático.También este moderno y todavía mal conocido síndrome que aqueja a las víctimas del mobbing aparece descrito magistralmente por la sabiduría popular derivada del cuento de Blancanieves.
Técnicamente hablando la mejor forma de explicar a alguien sin formación técnica en Psicología lo que es un Síndrome de Estrés Postraumático es un cúmulo de recuerdos de experiencias traumáticas que la víctima no ha podido encajar y que, atravesadas en la mente (como el trozo de manzana) producen todo tipo de interferencias y deja a las víctimas como muertas (los enanitos creyeron que había muerto).
El cuento finaliza dando la clave de cómo solamente la recuperación terapéutica en la esfera psíquica a través de la autoestima, representada por el beso del príncipe, es capaz de liberar a la víctima de esa especie de sueño en que le ha inmerso en encantamiento del mobbing.

Todos este cuento magistral ilustra como pocas cosas de una forma completa y sencilla la mayor parte de los procesos y fenómenos extraños que aparecen en torno a los casos de mobbing.
Al final del cuento, me viene una reflexión en torno a los centenares de víctimas de mobbing que he atendido en los últimos años.
De todas ellas, puede decirse la misma verdad técnica que el cuento revela. Y esa verdad es que todos ellos fueron víctimas de un proceso que pretendía convertirlos a todos en culpables y merecedores del castigo que recibían. Sin embargo, tal y como Leymann supo reconocer desde el principio, tal versión es mítica. La verdad que revela Blancanieves es que ella es inocente y que son culpables y responsables todos cuantos pretenden acallar la verdad incómoda y políticamente incorrecta que significa su belleza, honradez o intachabilidad. Tal es el valor moral del cuento que hemos analizado, frente al mito que a diario representan nuestras instituciones, tan bien pensantes de si mismas, como victimizadoras de sus chivos expiatorios.

lunes, 24 de octubre de 2011

El remobbing contra las vícitimas

El remobbing contra las víctimas

El cuento nos advierte del proceso continuado que garantiza el eterno retorno del proceso victimario contra Blancanieves u otras que representen el mismo potencial de amenenaza que ella en el entorno de los mismos acosadores. La madrastra vuelve una y otra vez a encontrar que las diferencias entre ella y las demás Blancanieves que existen en su entorno se van atenuando. Le lleva a ello su naricisimo.
La reina vuelve a preguntar al espejo:
“- ¿Quién es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en la casa de los enanitos...”
Por ello no se conforma tan solo con la salida de Blancanieves de su entorno. Es necesario eliminarla definitvamente de la circulación. De ahí que el remobbing o persecución ulterior, más allá de la propia salida de la víctima de la organización es un patrón constante en los casos de mobbing. No importa lo lejos que la víctima haya sido expulsada, esta sigue siendo allá donde se encuentre un potencial de amenaza para el hostigador. Es necesario acabar con ella como sea.
Lo que el cuento describe a continuación es la receta milagrosa que opera el daño más oculto e invisible en el mobbing. Algo que le llevó a Heinz Leymann, padre fundador y pionero de la investigación y divulgación del mobbing a escala mundial a afirmar que el el acoso psicológico constituye un verdadero asesinato silencioso que no deja huella aparente y que debido a ello permite la impunidad a quien lo perpetra. El cuento explica el proceso técnico y típico de camuflaje del acosador que se presenta frecuentemente bajo el disfraz psicológico de alguien que nunca es: una persona aparentemente bondadosa, apacible, moralmente intachable, incluso interesado en hacer el bien a su víctima. Alguien a quien el cuento representa como una venerable e indefensa anciana.
El proceso de acoso reviste entonces la apariencia de un bien: una apetitosa manzana. La manzana que, desde la Biblia, representa en nuestra cultura occidental la culpabilidad. Una vez que la víctima muerde el anzuelo de la culpabilidad, dice el cuento cae paralizada. La parálisis típica ante el acoso procede del modo terrible en el que el que acosa bajo apariencia de buen hacer le lleva a su víctima a internalizar o introyectar la culpabilidad. Algo que necesita y le viene muy bien pues una víctima paralizada por la culpabilidad (como muerta dice el cuento de Blancanieves) es alguien al que resulta más fácil victimizar con muy poco riesgo de retaliación para el que acosa. Por ello ese empeño casi obsesivo en todos los maltratadores y en todas las formas de maltrato de imputarles a sus víctimas el ser la causa de los propios males que sufren. La culpabilidad, haciéndolas merecedoras del castigo y del acoso las vuelve inocuas para los maltratadores.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Reina Lucía

Título: REINA LUCÍA

Autor/a: E.F. BENSON

Editorial: Impedimenta
Nº páginas: 352 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788415130161
Nº Edición:1ª
Año de edición:2011

SINOPSIS

Adorada por legiones de fans, inspiradora de una famosa serie de la BBC, Reina Lucía es la primera de la mítica serie de novelas de Mapp y Lucía, deliciosas sátiras sobre la pretenciosa y relamida burguesía rural británica. Reina Lucía nos presenta a la inimitable Emmeline Lucas (Lucía para los amigos), árbitro social y reina del pintoresco villorrio de Riseholme, que ve su trono peligrar con la aparición de Olga Braceley, una cantante de ópera sin escrúpulos. Para hacerle frente, contará con el apoyo de su fiel amigo, Georgie Pillson, un zangolotino de la mejor calaña, aficionado al cotilleo salvaje, al petit point y a las conversaciones en italiano macarrónico; o con su molesta vecina, Daisy Quantock, que revoluciona al pueblo entero cuando adquiere un «gurú» nativo de la India aficionado a las bebidas espirituosas de alta graduación, que introduce en la comarca la fiebre por el Yoga.

sábado, 15 de octubre de 2011

Blancanieves y el psicoterror. De dónde viene la ayuda a las víctimas



 Prosigue el cuento narrando los tres síntomas nucleares de ese daño en las víctimas cuando dice que : “Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró.” La tríada terrible de la soledad, el terror (psicoterror es otra de las denominaciones del mobbing) y la depresión o distimia (el llanto y la tristeza).

A continuación el cue ...ento narra la explusión de la víctima que va vagando sola y abandona por el bosque.
Paradójicamente nadie de la propia ciudad, el palacio o sus alrededores va a prestar ayuda a Blancanieves. Todo lo más, algunos como el cazador arrepentido simularán “que la matan” para no hacerlo en ultima instancia y burlar así a la madrastra.

Quienes ayudan a la víctima serán siempre, según el cuento, quienes se encuentran ya a su vez fuera del sistema, tan marginados o excluidos de este como la víctima, y tan apestados como ella a nivel social. Aquellos que se ven obligados a vivir en medio del bosque (con las fieras y las alimañas) debido al rechazo social que su “deformidad” y diferencia respecto los demás (enanos) suscita en los que son “normales”. Los enanitos del cuento representan en realidad la estigmatización, el rechazo y la exclusión que nos aguarda cuando seamos mayores, es decir una sociedad que está construida sobre los basamentos de la exclusión y la persecución de los desviantes. Los que ayudan a la víctima no son esos seres simpáticos y bonachones que nos hacen a todos gracia y que Disney ha sabido magistralmente camuflar presentadolos de forma políticamente correcta a los niños.
Quienes son solidarios con Blancanieves van a ser los bufones, los que nos hacen reir, los objetos de nuestras burlas, de nuestros chistes, del público escarnio. Son aquellos seres deformes, que, apartados y abandonados por los demás, se han de dedicar a las profesiones que nadie quiere. Las profesiones que la sociedad asigna a los apestados y marginados sociales, representadas en el cuento por la minería, ( y no de joyas preciosas por cierto).

Dicho de otro modo, lo que el cuento nos traslada es la necesaria advertencia a las víctimas de que nadie espere en serio ayuda ante el mobbing desde dentro del propio sistema en que este se ha producido.

La huida (salida) de Blancanieves produce la única posibilidad de ayuda para la víctima. Una solidaridad que no puede proceder sino de otros chivos expiatorios como ella misma, que, al igual que ella, se encuentran en la periferia del sistema y de la estructura. Nadie que no sea otra víctima cono ella, será capaz de entender y comprender y por lo tanto acoger la verdad que Blancanieves representa: la verdad cruda e intolerable de la inocencia técnica de las víctimas.
Este artículo ha sido publicado por el profesor Iñaki Piñuel el 14.9.08

sábado, 1 de octubre de 2011

Blancanieves y la técnica preferida de los acosadores: arrancar el corazón




El ...
arquetipo de toda envidia se encuentra en la etimología de la misma palabra . ENVIDIA, de “ in vidia”, del latín “In Videre”: no ver.

El hecho de que alrededor de las madrastras de nuestro mundo laboral existan siempre algunas blancanieves de turno, es una mala noticia para las primeras pues desencadena profundos sentimientos de envidia.

Para eliminar los sentimientos de malestar, será necesario eliminar a la persona que presenta las características favorecedoras, muy especialmente si coinciden con las que son una carencia flagrante y evidente en la madrastra. Ello se hará mediante la tecnología limpia y que no parece lo que en realidad es del mobbing. No debe parecer que quien acosa lo hace motivado por los celos, la rivalidad o la envidia. Todo deberá hacerse con apariencia de algo moral y éticamente aceptable. Se requerirá una técnica específica que se mantenga oculta a los ojos incluso de quienes participan en ella activamente y en plena buena fe, pensando que hacen algo racional o correcto desde el punto de vista de la ética.

El cuento establece una diferenciación muy clara entre el rol del instigador (madrastra) y el rol de quien frecuentemente ejecuta las acciones de castigo ordenadas o sugeridas por este, es decir el que finalmente acosa o maltrata (el cazador= el que caza a la víctima).

Este a veces no es más que un mandado que ni siquiera advierte el proceso de manipulación y de contagio en el que ha caído y se encuentra inmerso.

La técnica básica de todo proceso de acoso que consiste en maltratar, hostigar, castigar, criticar, acusar viene muy bien reflejada en el resumen que hace el propio cuento: su objetivo es “Arrancarle el corazón a la víctima y ponerlo en un cofre” , es decir arrancarle su capacidad afectiva y emocional destruyéndola. Su capacidad de amar, disfrutar, pasarlo bien, es decir de su capacidad de felicidad. Eso es lo que principalmente molesta a los acosadores de sus víctimas. La exhibición ostentosa de una vida emocional sana, alegre y feliz de las víctimas recuerdan a los acosadores la propia y miserable vida emocional que arrastran.

La felicidad del otro es lo primero que busca arrancarle a su víctima quien acosa. Arrancarle el corazón a alguien es una inmejorable metáfora de lo que el proceso de acoso ocasiona en las víctimas. Llámese anhedonia, disminución de la autoestima, generación de inseguridad personal, embatamiento afectivo, disminución de la vida sexual y de pareja... Todos ellos son los efectos desgraciados del acoso psicologico en forma de destrucción psicológica y emocional. 

 Publicado por Profesor Iñaki Piñuel el 14.9.08

viernes, 30 de septiembre de 2011

Wallada, princesa Omeya.

Por: Mercedes Sophía Ramos Jiménez

Sobre la base más fascinante de la literatura se instalan poetas y literatos que forman un entramado de creaciones a partir del punto de partida que conjuga la palabra escrita. Todos ellos infunden a través de sus creaciones obras que son entregadas a la humanidad para deleitar al lector mediante clarividencias de variados géneros. El placer por la lectura esboza y construye un bucle infranqueable para los libros, ellos solos se hacen vivos y eternos en las manos del lector, por tanto, su existencia pasa a ser inmortal, por ello los escritores devanan ideas en su propia imaginación para conseguir alcanzar su obra maestra, esa celebridad posiblemente les podría conducir a un lugar que predice ser después de siempre. La soñada cúspide de los grandes maestros queda perfectamente vigente en nuestros días, desde esa altura contemplamos a la escritora Wallada, mujer enamorada de las letras, de la palabra adecuada y precisa; del poema armonioso y vibrante; del verso directo y certero, en todas sus dimensiones y medidas.
Cuenta la historia que Wallada fue una princesa Omeya de siglo XI, su belleza esmerada se adecuaba a su estirpe y linaje con perfecta correspondencia y precisión para lograr compararla a una princesa de cuento, sus ojos azules y su pelo encaracolado y dorado hacían enardecer la admiración de los más exigentes.
Era la única hija del califa Mustakfí de Córdoba y de una esclava cristiana que parecía proceder de Málaga.


Durante la Edad Media los emiratos en Al-Andalusí se encontraban en plena efervescencia, en ellos se debatían luchas internas, las batallas continuadas de Almanzor vislumbraban intereses individuales que protagonizaban intrigas de poder que surgían de distintos bandos.

Wallada era una mujer muy inteligente y culta, rebelde a toda regla impuesta por una sociedad donde las mujeres obedecían sumisas al dominio absoluto del varón, a pesar de las dificultades pudo publicar sus escritos y poemas, su valentía le ayudó para que en el centro de un califato con ideas radicales impusiera su opinión libremente, sus poemas traslucían sin pudor sus experiencias, así como los placeres  que sustentaban el amor que vivió con Ibn Zaydún, con el que mantuvo una relación intensa y secreta.
Probablemente el amor y sus designios le dieron la inspiración suficiente, sin reservarse de toda crítica su pulso no dudó en inscribir sus sentimientos públicamente.
Sus poemas decían lo siguiente:

“Doy gustosa a mi amante mi mejilla” y doy mis besos para quien los quiera… A partir de poemas escandalosos y que le comprometían por su condición de mujer Wallada adquirió fama de una ligereza inmerecida, su talento y personalidad fueron inamovibles, por lo que ser cuestionada no le impidió continuar en su línea durante toda su vida.

Según la historia, Wallada nunca se sometió a opiniones enclaustradas, ese proceder lo mantuvo constantemente. Cuentan que siempre hablaba del mar con anhelo desmedido y que tal vez nunca lo vio, sin embargo, dentro de su entorno se rumoreaba que alguien procedente de Málaga le contaba detalladamente las bellezas que procedían de sus azules aguas.
Wallada vivió una larga vida hasta el año 1091, su recuerdo vive directamente ligado a la libertad más pura. En la actualidad, el grupo “ALAS” de Málaga quiso hacer un homenaje a su memoria y adoptó su nombre para la Colección de Poemarios  "Wallada", contando con la edición número 8 hasta el momento.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Anita Delgado, Princesa de Kapurthala

A continuación os dejo con un artículo de Manuel Martínez Molina, perteneciente a la revista del mes de septiembre de El Avisador.


Ante la aparición de una obra literaria, que glosa la sin par figura de esta extraordinaria mujer malagueña, a la que nosotros, sus propios paisanos, hemos mantenido viva en nuestra memoria colectiva, entre los iconos que no estaríamos dispuestos a arrinconar y que hemos cuidado de revitalizar con idealizados ornamentos y especiales delicias de generosa contemplación y a la que dedicamos un santuario en cada uno de nuestros corazones. Anita fue "Camelia", aquella flor temprana, hermosa y fragante que Málaga plantó en Madrid, a dúo con otra "Camelia" casi idéntica, nacida de la misma planta y cristianada como nuestra Virgen patrona, con el nombre de mujer más malagueño que registran nuestros anales: Victoria; iniciándose así la efímera, entrañable y nunca olvidada pareja de danzarinas populares españolas, bautizada y promocionada como "Las Camelias", aquella tierna simbiosis de hermanas capaces de embobar a los públicos del espectáculo teatral madrileño, aportando numerosos y personalísimos matices de variedad en el baile, las castañuelas y el zapateado, aprendidos en nuestra ciudad, bajo la ejemplar disciplina de un plantel de profesores, que colmados de sabiduría, generosidad y vocación, sembraron de arte y artistas a España desde "La Academia Malagueña de declamación", liderada y dirigida por José Ruiz Borrego, formidable actor y rapsoda malagueño experimentado, cualificado, brillante y con un envidiable palmarés de éxitos por toda España, junto a Narciso Díaz de Escovar, escritor, poeta, personaje para la historia de la literatura española y universal, autor de una innumerable antología de cantares.
Ceano, nuestro director y autor de "La Maharaní", es consciente de la aparición todavía fresca, de varias biografías bien desarrolladas y literariamente impecables, que se nos han ido presentando en 

las librerías, obras de autores que muestran su gran cariño y extraordinaria simpatía por nuestra Anita Delgado Briones, alumna pobre de la academia malagueña de declamación junto a su hermana Victoria, que siendo adolescentes todavía, abandonan Málaga cuando el céntrico


"Café de la Castaña" regentado por su padre, se convierte en un negocio inviable, para emprender mejor vida en Madrid con el nombre teatral y artístico de "Las Camelias", formando juntas un dúo de cándidas muchachas teloneras, contratadas para animar al público del teatro-frontón Central Kursaal durante los entreactos, que a pesar de su extrema juventud y nula experiencia, no pasan desapercibidas para un distinguido grupo de intelectuales de primera fila, ni para el animado jolgorio de leales al espectáculo de la moda: el cuplé y las variedades, porque en aquel espacio actúan las más cualificadas estrellas de tan divertida y pícara corriente artística, llenando todas las sesiones y enloqueciendo al brillo rutilante de Raquel Meyer, Fornarina, Bella Chelito, Antonia Mercé, La Goya y otras divas, que retiene con regocijo la memoria festiva de aquella España inolvidable y aquel Madrid repleto de diversión, muchachas esculturales, frivolidad sin límites y segundas intenciones, para burlar a la censura, tan exigente con la gente del teatro y sus maneras de cantar, gesticular y vestir.

En la feria del libro de este año, Diego Ceano nos ha hecho llegar su última obra titulada:
"La Maharaní": historia real de una malagueña que se convirtió en la Maharaní de Kapurthala, que en cuatrocientas cuarenta y cinco páginas nos muestra la biografía de "Anita, Camelia, Maharaní de Kapurthala, Raní Sahiba y Pren Kaur de Kapurthala", que todas estas gracias y tal vez alguna que olvidamos tuvo en vida aquella Camelia de Málaga, que la casualidad puso al alcance del Maharajá de un lejano, exótico y desconocido país asiático, enamorado de tan lindísima flor, para hacerla reina de su nutrido harén, esposa preferida y acompañante ideal en fiestas y celebraciones por todo el mundo, puesto que el maharajá, por su apostura, su formación occidental y sus innegables aficiones artísticas, era un asiduo a todo tipo de eventos importantes, razón que le trajo a Madrid, invitado a los esponsales de Estado entre el rey Alfonso XIII de España y la aristócrata inglesa Victoria Eugenia de Batenberg, asistiendo como espectador en el citado Central Kursaal durante las vísperas, al espectáculo de variedades y cuplé, donde quedó atrapado en la excepcional hermosura y gracia de la más joven "Camelia": Anita Delgado.
Se acabaron las desgracias y estrecheces de la familia Delgado Briones, porque a sus puertas llamó el amor entre los ramos de camelias que llegaban cada tarde al camerino, con gran derroche de generosidad en lo económico para la familia, en el esfuerzo por convertir a la chiquilla en una princesa, una mujer de su tiempo y a la moda, que deslumbrara en palacio, en la vida galante y en actividades altruistas.
Se acabó para Victoria y Anita el sueño con una ilusionada y prometedora vida de Camelias en el teatro; se acabaron para siempre los intermedios de bolero seco, de zapateado, de cachucha, de medio paso, de Piachi, de manchegas de Piruli, los zorongos de la Caleta, las seguidillas, las malagueñas, mollares y fandangos tan bien aprendidos y practicados en su Málaga natal, fábrica donde se forjaron ellas, además de otros importantísimos e históricos personajes del espectáculo.
Este es tan sólo un somero esbozo en el exordio de esta obra; el resto de esta apasionante historia sobre la vida y obras de nuestra Maharaní, nos lo narra Diego Ceano en su extenso libro, abundando en nuevos descubrimientos, entrevistando a quienes la conocieron, a quienes conservan sus recuerdos y hasta bajando a los mentideros donde reina la fábula, la leyenda y hasta el disparate como en los sueños, porque esta Camelia de Málaga es un personaje para soñar.

Manuel Martínez Molina

viernes, 23 de septiembre de 2011

Blancanieves como víctima: no es lo que haces, es lo que eres



Es un hecho que despista enormemente a las víctimas constatar que no es lo que hacen o lo que han hecho en su trabajo (siempre mal por cierto) sino el hecho de “ser como son” lo que desencadena las iras del acosador. Un perfil habitualmente favorecedor en forma de éxito personal o profesional de la víctima suele llevar a esta a no comp ...render nada de lo que le ocurre. Creyendo y esperando el premio o las buenas consecuencias por lo que han conseguido alcanzar o lograr, a las víctimas se les proporciona a cambio uno de los más terribles castigos que se puede ofrecer a las víctimas (el mobbing). 

Es precisamente lo que de positivo tiene la víctima lo que va a convertirla en amenazante. No en abstracto sino para toda aquella madrastra cuyo narcisismo le hace vivir ese factor positivo como amenazante por ser fuente de un malestar interno. La madrastra (el acosador narcisista) se adelanta al detectar y percibir muy rápidamente el carácter favorecedor que amenaza un Yo muy frágilmente construido sobre la ficción del espejo siempre quebradizo que es la opinión de los demás.

Esa amenaza para el acosador se materializa en un profundo y pervasivo sentimiento de envidia que siente respecto a su víctima. El origen de todo el proceso radica en la respuesta de la madrastra ante la mala noticia que le proporciona el espejo social: “ya no eres la más hermosa. Lo es Blancanieves ”.

Esto explica que con el tiempo en torno a los acosadores se repitan los casos con diferentes víctimas y en diferentes épocas (los que yo he denominado en mis libros cadáveres en el armario).

Publicado por Profesor Iñaki Piñuel el 14.9.08

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Blancanieves frente a su madrastra: el mobbing del narcisista contra su víctima

Ha llegado hasta mi este artículo que considero muy interesante e importante para cualquier persona que se encuentre o no en una situación similar. Iñaki Piñuel hace un simil comparativo del acoso psicológico con un cuento tan inocente como es Blancanieves y los siete enanito. Leánlo  la me dirán.

Blancanieves frente a su madrastra: el mobbing del narcisista contra su víctima
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Resulta admirable verificar como el cuento es capaz de relatar los antecedentes habituales de todas las situaciones de acoso. El antecedente de todo mobbing es paradójicamente una relación entre acosador y víctima neutral o incluso positiva.
La pretensión de presentar el mobbing como la derivación final de un conflicto no es ni por mucho la de la mayoría de los casos. El carácter incausado del acoso despista enormemente a las víctimas y sitúa al que acosa en una perspectiva que le proporciona una ventaja estratégica esencial que luego explota decisivamente en el proceso de destrucción que inicia.
Esa situación previa neutral o aparentemente de ausencia de conflicto, sin embargo contiene un potencial de riesgo que el cuento desvela.
El cuento ofrece las características previas, no de las víctimas (que es donde no se pueden encontrar nunca; y por ello son vanos los intentos de buscar una especie de perfil previo de las víctimas) sino de la acosadora. La madrastra según nos informa el cuento es efectivamente una persona vanidosa. Alguien que se mira constantemente en un espejo para saberse hermosa. Alguien que se compara. Por tanto no necesita solo sentirse hermosa sino la única que lo es en su entorno. Esta resulta ser una descripción casi técnica de lo que los psicólogos denominamos una personalidad narcisista. Lo que mi colega la psicoanalista francesa Marie France Hirigoyen denomina un “perverso narcisista.”
La madrastra no es más que una falsa madre. Alguien que en apariencia aprecia, pero en realidad no quiere en absoluto a Blancanieves. Su narcisismo muy pronto la va a situar en una posición de rivalidad respecto a Blancanieves. La envidia y los celos, elementos centrales en todos los procesos de acoso psicológico, convertirán a Blancanieves en objetivo o target del acoso. Se convierte a la víctima inocente de toda causa para serlo, en una rival a batir o en un obstáculo a eliminar para poder mantener la ficción básica de la que vive todo narcisista que se precie: la ficción de su carácter único e inigualable.
La persecución contra todas las Blancanieves de este mundo suele ser decretada desde el momento preciso en que estas restan, ( amenudo sin saberlo y menos aun pretenderlo) el protagonismo o el carácter único de las madrastras. Este proceso de indiferenciación de las víctimas respecto a sus agresores resulta esencial para entender el núcleo central de todos los procesos de acoso.
En la medida en que la víctima se acerca al status real o ficticio que el agresor pretende tener o mantener respecto a ella, esta comienza a ser percibida como amenazante.
En la vida real vivimos en una sociedad que técnicamente nos convierte a todos en potenciales narcisistas, esto es, en personas que reivindican y pretenden para si mismas en exclusiva un carácter único e inigualable como fuente de la satisfacción y del bienestar psicológico interno.
La falta de autoestima de la mayoría de niños, jóvenes y adultos es algo que va incluido en una programación social dominante que condena a todos desde pequeños a ingresar en el infierno de la comparación con los demás y al intento de que estos no nos igualen y aun menos nos superen. Una sociedad llena de personas tan individualistas como competitivas es el resultado de la rivalidad y de la exacerbación de la envidia propia del narcisismo compartido a escala universal.
A medida que el discípulo se acerca al maestro, la hijastra a la madrastra, el subordinado al jefe , la esposa al esposo, crece la indiferenciación y por lo tanto se incrementa la probabilidad de que se desencadene el proceso que va a convertir a los primeros en el blanco de la animadversión y del intento de eliminación de los segundos.
Obsérvese el modo genial con que el cuento de Blancanieves relata un proceso central en el desencadenamiento de todo mobbing contra alguien: el sufrimiento psíquico de un narcisista que procede de la sistemática comparación con todos cuantos otros individuos pululan a su alrededor.
La madrastra que se mira en su espejo mágico busca en los demás el espejo que requiere para que le devuelva una imagen inmejorable que pretende reflejar para cubrir y compensar exteriormente su baja autoestima.
Es así como se manifiestan ante el mundo entero como hipersensibles a toda crítica, a todo cuestionamiento por parte de quienes los rodean. Como todos los narcisistas busca la adulación, el peloteo, la coba fina... Pero cuanto más halagos reciben peor se sienten pues no llegan jamás a compensar la fuente de su malestar que no es sino los sentimientos profundos de inadecuación que les corroen por dentro.
Algo que las víctimas de mobbing perciben una y otra vez como un rasgo o característica central de sus acosadores es que estos se hallan continuamente pendientes del espejo social, de quedar bien, especialmente ante los superiores, de epatar a los demás, de obnubilarlos con sus palabras o la falsa seguridad que proyectan. Todo con tal que se les devuelva la ración cotidiana de droga que reclaman sus pobres yoes disminuidos.
La crisis típica que desencadena el proceso victimario se precipita tanto en el cuento como en la realidad de los casos de mobbing en el preciso momento en que la madrastra (el acosador) cae en la cuenta de que hay alguien cerca que le puede hacer sombra. Es decir alguien que ha crecido, ha hecho las cosas bien, ha sido felicitado, ha obtenido un buen resultado... Alguien cuya mera presencia (simplemente el estar ahi, ser quien es, ser como es) le garantiza un rosario sin fin de miseria emocional.
Publicado por Profesor Iñaki Piñuel el 14.9.08

lunes, 29 de agosto de 2011

De parte de la princesa muerta. Autora: Kenizé Mourad

Hace muchos años leí esta novela que dejó en mí sensaciones muy diversas. Una de estas sensaciones fué el deseo y la rabia contenida de que las mujeres debemos y estamos en este mundo con un cometido más importante del que en algunos casos somos conscientes. Muchas han sido las mujeres, entre ellas la protagonista de la novela, que luchado para obtener o mantener su independencia y libertad. Les dejo con el resumen de este libro extraido de la página HISLIBRIS.

Kenize Mourad, escritora turco-india-francesa, nos cuenta a través de más de 600 páginas de novela histórica lo que fue la corta pero intensa vida de su madre, la princesa Selma de Turquía, nieta del sultán otomano Murad V. Una novela dividida en 4 partes, que se lee fácilmente y que nos mantiene en tensión por conocer el siguiente paso en la vida de esta sorprendente mujer, que vivió en primera persona unos cuantos de los acontecimientos más representativos de la primera mitad del siglo XX.

Está fantásticamente bien ambientada, y aunque el hilo conductor del libro es la vida de Selma, la autora nos irá salpicando con pinceladas sobre el entorno de la protagonista. Así, viviremos en primera persona la derrota de Turquía en la Primera Guerra Mundial, la vida de los pudientes en el Beirut ocupado por los franceses, la convulsa India previa a su independencia o el París en el momento en que es conquistado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Como veis, un marco más que interesante para el desarrollo de una novela biográfica, reconstruida a partir de documentos, entrevistas y viajes varios, pero no a través del testimonio personal de la protagonista.
Turquía
La novela comienza cuando Selma es una pequeñaja que corretea y se divierte por el palacio de los últimos sultanes otomanos en Estambul, dominadores durante siglos del imperio turco y líderes del mundo musulmán. A través de sus ojos descubriremos los rincones escondidos de un palacio turco, con sus costumbres, sus rituales, sus procedimientos, etc… Con pocos años de edad, Selma vivirá el amargo sabor de la derrota en la Primera Guerra Mundial por combatir al lado de los alemanes, y la insultante dominación de la ciudad por parte de los vencedores: franceses, italianos, y los especialmente puñeteros ingleses y griegos.
Asistiremos igualmente a uno de los episodios más importantes de la historia turca, con la pérdida del poder de los sultanes, dando inicio a la entrada de Turquía en el mundo moderno. Este momento supondrá el exilio de los últimos restos de la familia dirigente a diversos lugares. Una incrédula Selma y su madre Hatidje Sultana, se verán obligadas a huir junto a Zeynel -su fiel eunuco- y unas escasas pertenencias hacia Beirut, con la idea de permanecer cerca de su tierra natal, esperando que algún día su familia sea restituida en el lugar que les corresponde.
Líbano
Exiliadas en Beirut, la sultana y su princesa tendrán que acostumbrarse a su nueva vida, alejada de todos los lujos y ventajas de su anterior estado, en un país bajo dominio francés. Selma recibirá su educación juvenil en uno de los mejores colegios de la ciudad, dirigido por monjas francesas, lo que le acarreará una serie de conflictos con sus compañeras y algunas de sus maestras. Una vez finalizados sus estudios, Selma se zambulle de lleno en el mundo nocturno de la alta sociedad libanesa y comienza a descubrir los tortuosos senderos del amor platónico juvenil, al enamorarse del hombre equivocado. Un desengaño que irá forjando su caracter poco a poco y que le servirá para ir descubriendo la verdadera cara de la vida, algo alejada de su mundo de sueños infantiles.
Su madre, tras un fracasado intento de unir a su hija con la casa reinante albanesa, consigue un matrimonio ventajoso con Amir, un rajá de la India al que ni siquiera conocen, pero que acepta encantado el unirse con tan principal estirpe, y allí que envían a Selma, junto al fiel Zeynel.
India
Selma llega, siendo aún una jovencita, a un país que se debate entre la sumisión ante los ingleses, dominadores del país desde hace muchos años y los movimientos por la independencia, liderados entre otros por un pacifista revolucionario, Ghandi, que con la no violencia como bandera, lidera a las masas de indios descontentos con el dominio británico. Tras casarse con el rajá de una provincia no demasiado relevante en el conglomerado indio, Selma decide dedicarse por entero a su nuevo pueblo, intentando con escaso éxito cambiar ciertas costumbres y hábitos relacionados con el papel de la mujer, los pobres, etc. Su lucha social se verá anulada constantemente por unos dirigentes incapaces de cambiar nada y una población acostumbrada a la inercia acumulada tras muchos años.
Esta parte de la novela, la más larga pero realmente interesante, nos permitirá conocer por dentro la dinámica de un palacio indio, las tensas relaciones entre musulmanes e hindúes, la vida en los poblados perdidos de la India, las costumbres de la alta sociedad (peleas de codornices, combates de cometas, recitales poéticos, etc…), a través del entorno en el que se movió la protagonista.
Su relación con el rajá no fue todo lo bien que Selma esperaba, lo que le llevó a pasar por todos los estados anímicos posibles, al encierro en el palacio, o a querer u odiar a todo el que la rodeaba. Para su sorpresa, Selma queda embarazada de Amir, lo cual le aporta un clavo ardiendo al que aferrarse para no acabar tirando su vida por la borda. Convencida de querer salir del agobiante entorno que la oprime en la India, convence al rajá para que le permita viajar a París para dar a luz. Y es ahí donde finaliza este agotador viaje.
París
Selma llega a París junto al fiel Zeynel en 1939, poco antes de que se desate la Segunda Guerra Mundial. Sobre este último episodio no quiero descubrir nada de la trama, sólo decir que se verá envuelta en algunos acontecimientos sorprendentes -además de vivir la invasión alemana de la capital francesa-, que llevarán la novela hasta su final de manera trepidante y bastante emotiva.
En definitiva, una novela que me ha enganchado desde la primera página, bien escrita, y con la que he aprendido mucho sobre una época y unos lugares fascinantes, que recomiendo a cualquiera que tenga interés en pasearse por la ciudad de los últimos sultanes otomanos, asistir a un baile en una rica mansión libanesa, conocer los entresijos de un palacio indio o vivir en primera persona la toma de París. ¿Alguien puede resistirse?
De parte de la princesa muerta
Kenize Mourad
Hace muchos años que leí esta novela, la que dejó en mí sensaciones muy diversas, entre ellas la rabia y el deseo de que las mujeres debemos y estamos en este mundo con un cometido mucho más importante del que en algunos casos creemos y las dificultades que mujeres han soportado para obtener o mantener su independencia y libertad. Les dejo con el resumen de este libro extraido de la página HISLIBRIS.

domingo, 1 de mayo de 2011

Tu Suerte de Vicente Cassanya

"Hay una conexión invisible, pero muy poderosa, entre cada uno de nosotros, el universo y nuestra suerte. Todos nacemos con estrella, pero tenemos que descubrirla y potenciarla. Una vez sepamos cómo desarrollar nuestra suerte, nos sonreirá la felicidad en ámbitos tan distintos como el amor, la salud o el dinero."

¿Qué es Tu Suerte?

Tu Suerte es una condición vital que, si la descubres y la potencias, puede cambiar tu vida para siempre. Es totalmente personal, porque cada uno tiene su propia suerte, que sólo se hace realidad cuando la experimentas por ti mismo. Lo importante es confiar en que tú también tienes suerte y tener las claves para hallarla, que es lo que enseña este libro.


¿Qué pasa cuando la tienes?

Entonces puede ocurrir cualquier milagro, incluso cosas que nunca creías que ocurrirían. La vida es magia y todos tenemos algo de esa magia universal dentro de nosotros. Tu vida sentimental, tu vida laboral o profesional y económica, tu salud y tu calidad de vida pueden dar saltos espectaculares. Dejas atrás preocupaciones y empiezas a ser feliz, auténticamente feliz.

Las personas que han accedido a su propia suerte se han convertido, de algún modo, en seres superiores y, además, han contribuido a mejorar a los demás y a la sociedad.


¿Cómo se descubre?

El libro enseña las 7 leyes de la suerte, pero lo fundamental es estar dispuesto a dar el primer paso, a decir qué tipo de cambios quieres hacer en tu vida. Pero conviene empezar por la primera ley: los sentimientos, porque ellos son los que realmente guía nuestras brújulas particulares.

Tu Suerte es un juego gozoso que te convierte en un ser mágico, capaz de disfrutar de tu vida inmensamente, de tu cuerpo, de tu mente, de tu espíritu, de tus relaciones, de tus experiencias.


¿Cuándo conviene hacer ese cambio?

Da igual quien seas, da igual donde estés; Tu Suerte siempre está dentro de ti esperando que conectes con ella. Entonces algo en tu interior se ilumina y pones en marcha una energía especial que mejora toda tu existencia. Así que no debes esperar; el momento siempre es ¡ahora!


¿Cómo sé lo que debo cambiar en mi vida?

Lo principal es que asumas lo que eres y tu propio destino, porque este es el que te señala tu potencial y tu felicidad. Mucha gente cree que tener un destino es algo malo, pero es todo lo contrario; la mayoría de las personas son infelices porque se apartan de su propio destino o porque ni siquiera se atreven a reconocerlo. Se necesita tener mucho valor para ser auténtico y fiel a uno mismo. Quizá sea esa la mayor aventura de la vida.

¿Pero no es cierto que algunos nacen con estrella y otros estrellados?

Todos nacemos con estrella o con suerte, pero hay que saber descubrirla y potenciarla, saber en qué reside nuestra magia personal. Elige día a día vivir Tu Suerte y ésta será una realidad en tu vida. Si nos quedamos atrapados con los miedos y la negatividad, nunca podrá brillar esa suerte. Pero si decides dar al mundo lo mejor de ti, entonces Tu Suerte empieza a sonreír.

Día de la Madre

La primera referencia sobre la celebración del Día de la Madre la encontramos en la antigua Grecia, donde se rendía homenaje a Gea, diosa madre de Poseidón, Zeus y Hades, que simboliza la Tierra. Posteriormente, los romanos inspirarían La Hilaria, que se celebraba el 15 de marzo.

Cuando el cristianismo comenzó a ser prevalente, estás fiestas, de origen pagano, pasaron a celebrarse en honor a la Virgen María, madre de Jesucristo. Esta fiesta cristiana se ubicó en el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, fecha que todavía permanece como Día de la Madre en algunos países.

Más tarde, en el siglo XVII comenzó a celebrarse en Inglaterra el “Domingo de las Madres”, fecha en la que los niños traían obsequios a sus madres y en la que muchos sirvientes recibían el día libre para poder visitar a sus progenitores.

En Estados Unidos, el establecimiento definitivo del Día de la Madre vino de mano de Ana Jarvis. Ana había perdido a su madre en el año 1905, y para honrar su memoria contactó con multitud de personas influyentes con el fin de que la respaldasen en su petición de establecer como el Día de la Madre definitivo el segundo domingo de mayo, fecha del aniversario de la muerte de su madre. Llegando a crear en 1912 la Asociación Internacional Día de la Madre para reforzar su iniciativa, que para ese entonces ya se celebraba en multitud de regiones del país.

Por fin en el año 1914 el Congreso de Estados Unidos dio su aprobación a la fecha que Ana Jarvis había propuesto como Día de la Madre, y fue declarada fiesta nacional. Día festivo que se extendió en poco tiempo a multitud de países como Perú, Chile, Brasil y Bélgica entre muchos otros.

Por desgracia, como ocurre en muchas celebraciones de este tipo, los intereses comerciales comenzaron a primar sobre el significado real que su creadora había propuesto para este día y, por esta razón, Ana Jarvis presentó una demanda en 1923 para eliminar del calendario la festividad que ella misma había ideado. A pesar de sus muchas protestas al respecto no logró a penas ningún apoyo y murió viendo como su ideal Día de la Mujer era sustituido por un mercado y no podía hacer nada para evitarlo.